González, ÁLVARO | Madrid
Después de tanta polémica en torno al Atlético de Madrid en este
verano tan especial para la entidad y sus aficionados, por fin llegó el fútbol para
los rojiblancos. Llegó como llega la calma tras la tempestad. Lo ha hecho de la
mejor de las maneras: conquistando uno de los torneos veraniegos más
prestigiosos. El Atleti ha ganado la Audi Cup en Múnich tras derrotar en los
penaltis de la final al Liverpool (5-4),
después de finalizar los noventa minutos reglamentarios con empate a uno.
Salió Simeone con un once completamente diferente al que
alineó en las semifinales ante el Napoli. Ni uno repetía, e incluso, algunos
como Koke, Godín o Carrasco se quedaban en la grada. Con los menos habituales
logró el Atleti marcharse al descanso por delante en el marcador, gracias a un
gol del canterano Keidi tras una bonita jugada entre Augusto, Vrsaljko y
Correa. No dominaron los madrileños pero fueron eficaces. Fútbol “made in
Simeone”: poco fútbol pero mucha intensidad y eficacia.
En la segunda mitad empezó el carrusel de cambios por ambos
equipos. En los rojiblancos se pudo ver a Fernando Torres jugar frente a “su”
Liverpool, Sin embargo, la entrada de los más habituales no evitó que Firmino hiciera
el empate de penalti a menos de diez minutos del final. Resultado con el que
nos iríamos a penaltis.
En la tanda de penaltis, los madrileños estuvieron más
acertados. Esta vez no fallaron ninguno de los cinco penaltis que lanzaron. Moya
detenía el segundo de los ingleses y Filipe Luis marcaba el quinto y decisivo para
dar al Atlético de Madrid su primera Audi Cup y unirse así al Bayern Múnich y
Barcelona como únicos equipos en ganarla.
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