Que no os engañen, Fernando Torres es el Atleti

FOTO: Atlético de Madrid
González, Álvaro | Madrid

Han pasado 24 horas desde que asistiera ayer al acto publicitario donde Fernando Torres anunciara, de forma algo sorprendente, su marcha del Atlético de Madrid a final de temporada.

El Niño siempre fue el ídolo de mi generación. Se trata de un jugador al que todos vimos como se echaba a la espalda un equipo sumido en una de sus peores épocas como club. En aquellos años en Segunda División, todos los aficionados se ilusionaron con un chico de 17 años que debutaba en las últimas jornadas de ese primer año en el infierno, sin ser conocedor de que se convertiría en poco tiempo en la bandera del Atlético de Madrid.

Con el paso de los años y con el equipo ya en Primera, todos esperábamos que nunca llegara ese día en el que el delantero rojiblanco anunciara su marcha del equipo de su vida. Aquel día llegó y fue duro, pero había que entender que su nivel estaba muy por encima del de un club que, deportivamente, vagabundeaba entre 'Intertotos' y puesto medios de la clasificación. Se marchó, pero nunca se fue.

No se fue porque siempre llevó las rayas rojiblancas pegadas a la piel y el escudo al corazón. No se fue porque siempre aprovechó cualquier momento para lucir los colores del Atleti. No se fue porque en Liverpool se hicieron colchoneros y en el Calderón se hicieron de Anfield. No se fue porque aun metiendo un gol al Atleti en unas semifinales de Champions con el Chelsea, incluso así, todos nos alegrábamos un poquito por él. No se fue porque el único escudo de un club que lucía en el bus de la Selección tras ganar el Mundial era el de su equipo de toda la vida, el del Atleti. Nunca se fue.

Y volvió. Lo hizo para volver a ahondar en el corazoncito de más de cuarenta mil aficionados que, en representación de todos los atléticos del mundo, se dieron cita en el Calderón una mañana en la que no había fútbol , pero que pasaba algo más importante, volvía el ídolo, volvía 'El Niño'. Para él, "fue el día más especial de toda su carrera futbolística", lo dijo ayer. Y estoy seguro, que también lo fue para todos los que de nuestra casa de cada domingo salíamos ese día contando los minutos para volver a ver a su niño correr por el césped de la Ribera del Manzanares.

Sin embargo y tras tres temporadas alternando titularidades con suplencias y buenos partidos con otros no tan buenos, el día que nadie quería que llegase volvió a llegar por segunda vez. Fernando Torres anunciaba que dejaba el equipo de su vida para ser un aficionado más, para animar como nadie a su equipo desde la tribuna a partir del mes de junio, para ser uno más de los que se compran su camiseta y se sienten orgullosos de lucir su nombre con el 9 en la espalda de las rayas rojiblancas. Porque siempre fue uno más aunque durante su carrera lo hiciera desde el césped.

Podrá ser mejor o peor jugador y nadie en la vida es imprescindible. Pero si alguien entiende el Atleti como el respeto a unos valores, como la humildad, como la cercanía, como el compromiso, como la lucha ante el poderoso y como el amor y la pasión a unos colores, eso es Fernando Torres. Que no os engañen, él es todo eso. Él es el Atleti. 

https://gb.ivoox.com/es/goles-parrado-09-04-2018-audios-mp3_rf_25205265_1.html?autoplay=true (Min.11 y min.30)

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