Los jugadores del Atleti celebran el gol de Diego Costa. (FOTO: abc.es) |
Señores, el Atleti estará en Lyon el próximo 16 de mayo para disputar, frente al O. Marsella, la final de la Europa League. Sí, que todos sabemos que nos hubiera gustado estar hablando ahora de las entradas y los viajes a Kiev. Sí, que la Champions tiene más prestigio que la Europa League. Sí, que el fútbol le debe al Atleti una Liga de Campeones y no será esta temporada tampoco. Y sí, que algunos dijeron que la Europa League era "una mierda". Pero, ¿y qué?
¿Quién no fue feliz ayer cuando vio al Metropolitano disfrazado y recordando por primera vez a nuestro Vicente Calderón? ¿Quién no alcanzó el máximo nivel de orgullo y pertenencia a unos colores cuando veía como los jugadores se dejaban el alma y la piel sobre el terreno de juego del Emirates Stadium y del Metropolitano para volver a estar en una final, sin importarles la competición que se estaba disputando?¿Quién puede decir que los aficionados del Atleti no son felices cuando va a ver a su equipo por quinta vez en ocho temporadas disputar una final europea, después de haber estado 12 años sin pisar estadios del viejo continente?
Y no solo eso, ¿a quién no se le pusieron los pelos de punta viendo como su técnico, Diego Pablo Simeone, era un hincha más en la grada, ayer ante el Arsenal, celebrando el pase a la final, bufanda del Atleti al viento, demostrando que la felicidad está por encima del valor del torneo que estés jugando?
Y hay más, ¿cuántos de los que ayer asistieron al nuevo estadio colchonero, hoy han tenido que hacer un esfuerzo extra para levantarse porque ayer sacrificaron treinta minutos de su tiempo para cantar y saltar con los jugadores, una vez se había certificado el billete rumbo a Lyon? Y lo bien que se lo pasaron. Y lo felices que se han levantado hoy aunque el despertador haya sonado antes lo deseado.
La Champions mola mucho, pero la Europa League también. Además, esta competición tiene esa complicidad con el Atleti que hace que se le tenga cariño. Ya sea porque no le ha tratado tan mal como la Copa de Europa; ya sea porque fue el primero que la alzó al cielo de Hamburgo, una vez rebautizada con su nuevo nombre; ya sea porque reinició el camino de un Atleti ahora reconocido y respetado en toda Europa, ya sea porque fue el primer título de Simeone como entrenador rojiblanco. Ya sea por lo que sea, los atléticos la quieren. Y volver a luchar por ella. Y volver a vibrar con ella. Y como dice la canción: volver a ganar una Europa League, que solo soy feliz con el Atleti de Madrid...
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