Los jugadores del Atleti, desolados tras un gol del Sevilla. (FOTO: elmundo.es) |
Se consumó el fiasco. El Atleti dice adiós a la Copa del Rey también. Y teniendo en cuenta que ya se despidió en diciembre de la Champions, el equipo ha dicho adiós a dos de las tres competiciones que jugaba y aún no hemos llegado al mes de febrero.
Es cierto que en La Liga se mantienen en una magnífica segunda posición y viendo la temporada que está haciendo el Barcelona, parece que puede ser a lo máximo que aspiren los rojiblancos en el campeonato doméstico. No hay que olvidar que todavía queda la Europa League, que siendo un torneo con menos prestigio, no deja de ser aquel torneo que empezó a devolver al Atleti a lo alto de Europa. Ganar la Europa League y mantener la segunda posición salvaría de forma muy aceptable la temporada, en mi opinión.
¿Por qué?
Pero aquí de lo que quiero escribir es del por qué. Lo primero, ¿por qué ha naufragado en dos competiciones? Todo desde mi opinión personal, el equipo ha cometido en los dos torneos el mismo error: se les daba favoritos, se lo creyeron, se relajaron y perdieron. Ya pasó en los dos enfrentamientos en Champions contra el Qarabag y ha vuelto a pasar en la eliminatoria ante el Sevilla. Falta de intensidad y, en algunos casos de compromiso, que han hecho irreconocible a una plantilla que, liderada por Simeone, hacían de estas características, señas de su indentidad.
¿Por quién?
Lo segundo, ¿quién es el responsable? El técnico rojiblanco tiene su parte de responsabilidad, pero ni mucho menos al cien por cien. Él es el que los ve entrenar y mejor los conoce y es muy fácil jugar a ser entrenador pero, sigo sin explicarme como no se da cuenta de que Correa no rinde igual patiendo de inicio. Es muy bueno, pero saliendo desde el banquillo. Pocos partidos buenos recuerdo del argentino de titular y oportunidades está teniendo en estos años. Y más teniendo, en esta eliminatoria de la Copa, a Vitolo.
Con lo de los porteros igual. Es injusto culpar de la eliminación en Copa a Moyá y todos somos del balear por su comportamiento y simpatía. Sin embargo, no es delito decir que permitirse el lujo de prescindir de uno de los tres mejores porteros del mundo ante un rival como el Sevilla, se paga muy caro. Moyá para lo parable; Oblak, lo imparable. Ahí está la diferencia.
Y por último, donde no tiene nada de responsabilidad Simeone es en alinear a Gameiro o Torres. Con Diego Costa no tiene dudas, pero cuando falta el de Lagarto a uno de los dos tiene que sacar. Y ambos están a años luz del hispano-brasileño y del nivel que se necesita para un delantero centro del Atleti. Otro tema es lo de Griezmann, que también tiene lo suyo.
En la Champions pudo valer la excusa de no poder fichar, sin embargo en Copa ya no. Y eso que ninguno de los dos fichajes jugaron en el Sánchez Pizjuán. Había y hay plantilla de sobra pero muchas cosas han fallado. Es hora de reflexionar y que el equipo busque devolver la ilusión a la afición en algún rinconcito de la temporada. De lo contrario, puede convertirse en un autentico tormento.
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