Simeone, una estabilidad que produce orgullo

Simeone, tras ganar la Europa League en Lyon.
(FOTO: Reuters).
González, ÁLVARO | Madrid

La marcha de Zinedine Zidane del Real Madrid ha dejado muchas valoraciones. El francés abandona el conjunto blanco en la cumbre, tras conseguir tres Champions seguidas en apenas dos años y medio al frente del banquillo merengue. Sin embargo, esta decisión vuelve a evidenciar uno de los grandes problemas del fútbol español: lo difícil que es mantenerse en un banquillo de La Liga durante un largo periodo de tiempo.

Ni todos los éxitos cosechados por Zidane ni haciendo posible que la calma institucional se adueñara del entorno blanco han podido evitar que el técnico francés se mantenga en el banquillo alguna temporada más. Esto, también, me deja una gran reflexión: lo que está haciendo Simeone en el Atleti no es nada fácil.

El argentino es el entrenador actual que más tiempo lleva en un banquillo de la Primera División del fútbol español. Simeone llegó al Atleti en diciembre de 2011 (esta temporada ha completado su sexta temporada y media al frente del banquillo colchonero). Tan solo Asier Garitano se le podía acercar por su puesto en el CD Leganés, pero también esta temporada ha hecho las maletas rumbo a San Sebastián. 

A pesar de que ha habido momentos en que el 'Cholo' ha estado cerca de salir de su club actual, lo cierto es que al final ha sido convencido por la directiva y compañeros para seguir comandando la nave rojiblanca. Tanto mérito tiene la directiva de mantener al entrenador como tiene el técnico argentino de convencer a la directiva de que ese puesto tenía que estar ocupado por él. No es fácil y lo estamos viendo. 

Ha tenido ofertas que le pudieran hacer cambiar de aires, pero siempre quiso quedarse en el Atleti. Ha terminado temporadas con grandes éxitos y títulos, pero siempre quiso seguir luchando por hacer mejor al equipo. Ha podido marcharse en la derrota, como tras las dos finales de Champions, pero él siempre quiso ser el que levantara a los suyos. Se ha presentado ante temporadas difíciles sin poder fichar y con numerosos cambios institucionales que podían hacer pensar que era momento de no 'comerse más marrones' y abandonar, pero él siempre quiso dar la cara. 

Por su parte, también la directiva tiene mucho que ver en conseguir algo tan difícil como mantener a un entrenador durante mucho tiempo. Y es que, precisamente, los dirigentes rojiblancos no se caracterizaban por ser pacientes a la hora de dar el banquillo del Atleti a un técnico durante muchos años. Con Simeone todo es diferente. Han aceptado las exigencias del argentino, a sabiendas, eso sí, que tendrá su recompensa en el plano deportivo e, indirectamente en muchos casos, en el económico. Además, es pieza clave a la hora de la toma de decisiones en cuanto a fichajes y salidas de jugadores. E incluso, en alguna que otra exigencia del argentino en cuanto a sus acompañantes en la parcela técnica.

En resumen, tanto Simeone como el Atleti están consiguiendo algo inédito y de lo que los aficionados rojiblancos tienen que sentirse muy orgullosos y privilegiados: esa estabilidad en un banquillo tan difícil de encontrar en este mundo del fútbol actual. Sin duda, esto no se consigue sin la colaboración de todas las partes. Porque como hemos visto, ni ganando tres Champions seguidas aseguran que tengas el mismo entrenador la temporada que viene. Por muchos más, Simeone. 

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