El VAR pierde la credibilidad con el Atlético

Morata no estaba en fuera de juego y el gol fue anulado.
(FOTO: @atleti).

González, ÁLVARO | Madrid

La técnología de videoarbitraje (VAR) se instauró esta temporada en el fútbol español para "hacer el fútbol más justo". En los primeros partido del campeonato doméstico, tanto futbolistas como clubes no protestaban a la hora de tomarse decisiones por parte de los árbitros. Si el árbitro y el VAR lo decían, será porque es así.

Sin embargo, con el paso de los partidos, la eficacia y ayuda del VAR se ha puesto en duda. Y ya no se acata como irrefutable la decisión del árbitro, tras ser ayudado por sus compañeros que están en la sala VOR.

Muchos clubes ya se han quejado, mediante declaraciones, comunicados, llamadas telefónicas o redes sociales, por errores arbitrales. Atlético de Madrid, Valladolid, Levante, Real Madrid, Celta y Getafe, entre otros... Eso sí, algunos han tenido mejor 'suerte' que otros, tras esas quejas.

Los rojiblancos se han visto envueltos, a lo largo de la temporada,
en situaciones polémicas que hacen dudar del avance tecnológico: una mano de Casemiro (Real Madrid), otra de Arturo Vidal (Barça), una más de Álvaro González (Villarreal) o, a su favor, el penalti señalado a Vukcevic (Levante). Todas estas jugadas estaban sujetas a la "interpretación".

Si embargo, en las dos últimas jornadas se han producido hasta cinco jugadas que han evidenciado que, solo, el VAR no es suficiente:

La primera fue ante el Betis. Morata fue derribado por Feddal dentro del área. La patada fue clamorosa, pero el árbitro principal y su ayudante del VAR decidieron que no se señalara la pena máxima (interpretable, pero muy claro). Ni siquiera acudió a verlo a la pantalla que está a pie de campo.

Aunque, ha sido en el derbi dónde más dudas ha generado. Y es que Vinícius fue derribado fuera del área por Giménez, pero se señaló penalti (interpretable, pero muy claro). Morata fue derribado dentro del área por Casemiro, pero no se señaló penalti (interpretable). A Morata se le anuló un gol por fuera de juego y no lo estaba (no interpretable) y Griezmann marcó gol, tras falta previa de Correa (interpretable).

En todas las situaciones se decidió la opción incorrecta. Y en cuatro de las cinco perjudicaron a los rojiblancos y ni el árbitro principal ni su ayudante en Las Rozas dicidieron la opción justa. Con el VAR, el fútbol sigue no siendo justo. El VAR ha perdido la credibilidad con el Atlético.